¡Feliz Navidad!
Por poco, pero finalmente llego a tiempo de desearos a todos muy felices Nochebuena y Navidad. Normalmente adorno la casa en el puente de Diciembre, pero este año el ritmo de le vida parecía ganarme la partida y que iba a llegar a Nochebuena con la casa tal cual, menos mal que los pequeños (ya alguna adolescente) acaban consiguiendo lo que parece imposible y hace un par de días, casi sin que me diera cuenta, pusieron el árbol precioso, el Misterio, la guirnalda y los pequeños detalles que llenan la casa del color de la Navidad.
Ese mismo ritmo no me ha dejado tiempo ni siquiera para comprobar si me ha tocado algo en la lotería, pero he de reconoceros que el gordo me tocó anoche al salir del trabajo cerca de las 21:00 y esperar en casa la llegada de mis sobrinos. Faltaba la mayor, ya con otros planes más de amigas que de familia, y la eché de menos, pero el amor que me dieron los otros cuatro vale mucho más que los millones que reparte la lotería. Cantamos villancicos de todo tipo, bailamos, cenamos, hablamos, nos reímos y vimos una película todos apretados en el sofá hasta caer rendidos. Hemos dormido todos juntos como si la habitación fuera una comuna, con el placer añadido de no tener que madrugar y poder disfrutar de una mañana en pijama viendo fotos y descrubriendo maneras de doblar las servilletas para que parezcan un abeto de Navidad. Y siempre, como no podia ser de otra manera, acompañados de la música que todos los años me acompaña en estas fechas: desde «El Mesías» de Haëndel hasta las canciones de Miliky, sin faltar el flamenco ni el jazz.
Esta tarde, siguiendo la costumbre que tenía mi madre, dejaré la mesa puesta para la cena de mañana, la más importante del año, y disfrutaré en la cocina preparando con todo mi cariño el tradicional menú con el que celebraremos el nacimiento del Niño Jesús.
¡Muy feliz Navidad a todos!