La música sigue viva
Hoy quiero compartir con vosotros un vídeo que me envía una buena amiga, profesora de música en un colegio de Madrid. Ante el desánimo que produce en muchas ocasiones comprobar cómo la música se devalúa en los planes de estudios, las leyes y la sociedad en general, vídeos como este reconfortan a los que nos dedicamos a la enseñanza de este arte, haciéndonos sentir que merece la pena, que la música sigue viva, que todavía hay adultos dispuestos a seguir fomentándola con muy buenos resultados desde la infancia.
El mérito de los profesores de música de los colegios e institutos es innegable, la asigantura siempre ha sido considerada una «maría» y no se le suele dar más importancia que la de preparar el festival de Navidad o el de fin de curso, sin reconocer el valor que realmente tiene en la formación de los niños desde muchos puntos de vista, algo que daría para escribir otro post. Admiro a los amigos profesores de música que pelean cada día, pese a tener cada vez menos horas de clase, y que consiguen resultados fantásticos con los chavales; lejos quedaron aquellas lecciones arduas de solfeo y las canciones en flauta dulce que nos tocó aprender a los de mi generación, ahora disfrutan haciendo música ,escuchando y sintiendo la música que llevan dentro y que ellos se encargan de que aprendan a sacarla con diferentes instrumentos y su propia voz.
Igualmente resalto el esfuerzo de los padres que apuestan por una educación musical para sus hijos. Recuerdo cuando era pequeña y mi madre me llevaba al conservatorio, antes no había salas de espera en los centros y me esperaba durante horas en el coche, ya hiciera frío o calor, de día o de noche, al menos tres días a la semana. Entonces no valoraba lo que era aquello, supongo que me parecía lo normal sin darme cuenta de lo que suponía para ella. Ahora veo todas las tardes a padres pacientes esperando a que sus hijos terminen las clases, a padres que hacen virguerías para poder cuadrar horarios de varios hijos, cada uno con su instrumento y sus asignaturas, convencidos del beneficio que esta enseñanza les reporta y les reportará en el futuro. Sé lo duro que puede resultar para los padres y para los hijos por la dedicación que supone el aprendizaje de un instrumento, pero me encanta ver en las clases y en videos como el que comparto con vosotros, que desde pequeños son capaces de entender la música como un medio más para expresarse y comunicarse.
Desde aquí quiero dar la enhorabuena y las gracias a todos los que hacen posible que la música siga viva en nosotros y en las nuevas generaciones.